ROZO / presentacion del CD del archivo Rozarte / 3 DE ABRIL DE 2008


REPERCUSIONES DE "ROZO" 1
La Capital / Señales Domingo13 de abril de 2008.

LA POÉTICA DE LA EROSIÓN
Por Irina Garbatzky

“Tomar posesión del espacio es el primer gesto de los seres vivos”, decía Rozarte.

La afirmación de que el arte interviene en la modificación del mundo resultó problemática después del mentado "fracaso" de las utopías vanguardistas. Andreas Huyssen señala, sin embargo, que desde la Revolución Francesa y hasta 1930 la vanguardia había sido inseparable de la idea de la revolución política; su posterior autonomización derivaría en diferentes productos estéticos, pero su origen continuó vinculado a un anhelo transformador, no sólo o únicamente en términos de un proyecto político, sino, y en primer lugar, en relación a la modificación de la vida cotidiana.

El lanzamiento del CD y la muestra documental Rozarte, que realiza el Museo Castagnino macro, dan cuenta de dicha transformación de lo cotidiano e impulso hacia lo colectivo que siguieron varios artistas sobre el fin del siglo XX, en función de un cambio en las dinámicas de producción, circulación y comunicación de las obras.

Los "colectivos artísticos" —denominación que en los años 90 buscó nombrar a quienes recuperaron, a contracorriente y sin inocencia, la experiencia histórica generada por las vanguardias del 60—, apuntaron a la creación de comunidades. Buscar y ocupar, emplazar "casas" de trabajo que se volvieran además sitios de exposición, generar lugares que mutaran de la privacidad del hábitat diario a la apertura de la galería, de la productividad del taller a fiestas o ciclos culturales, no fueron acciones asumidas como marginales sino actividades generadas a partir de los recursos y de los restos del neoliberalismo.

En este sentido, Rozarte fue el primer ejemplo en nuestra ciudad. Los integrantes inicialmente convocados por Marcela Cattáneo y Silvina Buffone frente a la crisis política —por las desilusiones de la democracia y el saqueo económico y social de los 90— se propusieron armar un grupo de producción, donde el intercambio se acercara al debate y a la distribución de puntos de trabajo conjunto, que dialogaran con el trabajo individual.

El mismo CD lanzado por el museo apela a la simultaneidad para dar cuenta de ese espacio de comunidad extendida. Mediante un mapa de Rosario —diseño utilizado por el grupo en una de sus intervenciones— se visualiza la ubicación topográfica de cada evento (en nuestra ciudad y en otras, como Córdoba, San Pablo o Buenos Aires), y se accede a un registro fotográfico, fílmico y de prensa. También se registra la concreción del centro cultural El Galpón, que el grupo llevó a cabo de 1993 a 1997.

Si algo ofrece una retrospectiva histórica es la posibilidad de leer las coordenadas que persisten a lo largo de los años sobre la intuición y la aparente aleatoriedad. En la muestra del Castagnino hay varias claves de una poética de la porosidad y el contacto que guió a Rozarte desde sus inicios. "Le canto con mi vos, su canción, la que Ud. mismo compuso", escribe Beatriz Vignoli en un texto para Nuestras obras son sus obras, uno de sus primeros eventos. Otra, una cita de Le Corbusier, epígrafe de la carta elevada a la Fundación Antorchas que subvencionó parte del proyecto del Galpón: "Tomar posesión del espacio es el primer gesto de los seres vivos". Finalmente, tal vez, la reposición de una de sus últimas obras grupales, Todos somos primos, elaborada con enanos de jardín dispersos por el lugar que portaban nombres de los propios artistas.

El final da cuenta del principio. Las últimas obras de Rozarte explican la migración de lo individual a lo grupal y de lo privado hacia lo público, ya escrito en el manifiesto de origen: "Roce entendido como la expresión más sutil, lejos de toda pretensión de saber o poder que, sin embargo, encuentra resistencia en este medio áspero, erosionándolo, marcándonos".

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